miércoles, 27 de agosto de 2008

¿Tienen los animales sentimientos?

El caso de la gorila que vive aferrada a su cría muerta ha reavivado el debate sobre la capacidad animal de sentir


'Gana', fotografiada con su bebé, el pasado jueves. - EFE
ESTHER PANIAGUA - Madrid - 25/08/2008 21:15

En el zoo de Münster (Alemania) vive Gana, una gorila que ha pasado varios días sin desprenderse del cuerpo sin vida de su bebé. Esta aparente muestra de sentimiento animal, y las impresionantes imágenes que muestran a la desesperada madre tratando de reanimar a su cría, han llamado la atención de medios de comunicación de todo el mundo y han desempolvado la vieja discusión sobre si los animales se emocionan como los seres humanos.
En el caso de Gana, además, los expertos creen que ella misma podría haber provocado la muerte de su cría, algo que no podrán confirmar hasta que la madre se separe del bebé y puedan hacerle la autopsia.
Lo que no dudan en el zoo alemán es que estos animales tienen y muestran sus sentimientos. "Lo expresan en su rostro con un gesto parecido al nuestro", afirma uno de los biólogos que cuidan a Gana.
"Puede que llamarlo tristeza sea una manera de humanizarles, pero sólo así podemos entender su comportamiento ante la ausencia de una prueba empírica", asegura el experto.

Conscientes de la muerte

El veterinario Gonzalo Fernández –director técnico de la empresa que gestiona del Biopark de Valencia y el zoo de Fuengirola– lo tiene claro: los grandes simios no sólo tienen sentimientos sino que son perfectamente conscientes de la vida y la muerte. "Los homínidos [gorilas, orangutanes y chimpancés] sienten un afecto por sus crías más allá de lo hormonal y un cariño humano por sus compañeros de manada", señala Fernández.
El veterinario, que lleva 20 años trabajando con estos animales, explica que lo ocurrido en Münster es bastante frecuente. "Su comportamiento cambia al fallecer uno de ellos, y eso significa que entienden la muerte", asegura. El biólogo cree que otros animales, como perros y gatos, también sienten la muerte de sus crías, pero las emociones de los homínidos se acercan más a las humanas. "Los procesos son más complejos cuanto mayor es la inteligencia" , añade el experto.
Así lo cree también Enrique Sáez, biólogo y veterinario del Zoo Aquarium de Madrid. Para él, la reacción de muchos animales ante la muerte de sus crías (dejar de comer, cargar con ellas o aislarse de la manada) implica que sienten su pérdida. "Y, probablemente, ese sentimiento sea muy parecido al nuestro", afirma. "Pero sería un grave error juzgar como acto de maldad que una gorila mate a su cría, porque no podemos extrapolar conceptos morales a la conducta animal", sentencia.
Además, Gonzalo Fernández explica que es bastante posible que Gana haya causado la muerte de su cría si desde pequeña no ha aprendido a criarla. "Cuidar de los hijos no es instintivo, se aprende de los padres", comenta Fernández. Si los progenitores de Gana fueron capturados antes de conocer el proceso de cría, ella no sabría hacerlo y podría rechazar a su bebé.

También sienten empatía

Alegrarse por la suerte de otros, además, es algo que no sólo les ocurre a los humanos: también sucede entre primates. Así lo revela un estudio de investigadores del Centro de Investigación en Primates Yerkes de la Universidad de Emory (EEUU), que muestra cómo a los monos capuchinos les satisface observar la felicidad de sus compañeros cuando éstos reciben comida. Un comportamiento pro-social basado, según los investigadores, en la empatía.
Este trabajo, publicado en la revista PNAS, es por tanto uno más de los descubrimientos que muestran que, como asegura Gonzalo Fernández, "los animales son mucho más complejos de lo que creemos".

Distintas reacciones ante la muerte

- Cuando muere un miembro de la manada, los elefantes velan el cuerpo sin vida. A veces incluso se quedan con un pedazo de algún hueso del compañero que han perdido.
- Los cetáceos (como las ballenas o los delfines) desplazan el cadáver y lo empujan para intentar mantenerlo a flote.
- Los chimpancés se agrupan en clanes que practican la guerra organizada entre ellos para defenderse, conquistar los territorios de los grupos rivales o luchar por las hembras de su especie.
- Las cebras, como otros muchos animales, huyen cuando uno de los miembros de su manada es asesinado, ya que temen perder también su vida.

Vigilia por los Animales



La Asociación UPA los invita a ser parte de la acostumbrada vigilia por los animales. Habrán historias, canciones, prendido de velas en recuerdode todos ellos.
Además se dará inicio a la primera Exposición itinerante "Sienten Sufren Viven.... Los animales me importan" con el auspicio de WSPA.
Esta exposición urbana recoge por medio de fotos y videos la realidad de los millones de animales que habitan junto a nosotros el planeta.

Acompáñanos y ayúdanos a difundir el mensaje de respeto hacia ellos.

Vigilia miércoles 27 de Agosto de 8pm a 10pm anfiteatro del Parque Kennedy Miraflores.
Expo miércoles 27 y jueves 28 de agosto de 7pm a 9pm Parque Kennedy Miraflores

Unidos por los Animales UPA


Día del Animal Abandonado
Tercer Sábado de Agosto de todos los años

viernes, 22 de agosto de 2008

Perrita rescata bebé recién nacido

Apareció la mamá de la beba que fue rescatada por una perra

Tiene 14 años y un vecino la acompañó hasta el hospital en el que se encuentra internada la chiquita. Anoche dio a luz en una zona rural de Abasto, en La Plata, y abandonó a la beba. El animal encontró a la recién nacida y la llevó hasta su cucha con sus cachorros.

Guiada por su instinto maternal, una perra llevó junto a sus cachorros a una beba recién nacida que encontró abandonada en una quinta de la localidad de Abasto, en La Plata. El animal cobijó al pequeño y lo resguardó del frío. Tras la difusión del caso, la mamá de la chiquita se presentó en el hospital en el que fue internada la recién nacida.

El hecho ocurrió esta madrugada cuando el dueño de China, la perra heroína, advirtió lo sucedido y llamó a la seccional 7 para avisar del hallazgo –las primeras informaciones hablaban de un bebé-. Cuando los policías llegaron al lugar, el hombre les explicó que su mascota había hallado a la beba y la había trasladado hasta su cucha, en un galpón de una quinta ubicada en calle 506 entre 197 y 198.

El dueño de casa también aseguró que se percató de la situación al oír el llanto de la chiquita, que se encontraba completamente desnuda y tenía algunas lesiones por las que fue trasladada al hospital Melchor Romero, donde aún se encuentra internada.

El director de ese centro asistencial, Egidio Melía, explicó que la nena tiene muy pocas horas de vida y que nació con 39 semanas de gestación. "Pesa 4 kilos y está bien de salud", agregó, aunque "tiene algunas escoriaciones en la boca y algunos hematomas". En breve será trasladada al Hospital de Niños de la Plata para recibir atención especializada.

Poco después de que el caso fuera difundido, la mamá de la chiquita, una adolescente de 14 años, fue llevada por un vecino hasta el hospital adonde se encuentra la beba. Ella también quedó internada, pero "a más tardar mañana será dada de alta", aclaró Melía.

La Policía confirmó que la joven dio a luz anoche en pleno campo, en la zona rural de la localidad de Abasto y, tras abandonar a la nena, escapó del lugar.

La causa fue caratulada como abandono de persona, y está a cargo de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1, Ana María Heredia, del Departamento Judicial La Plata.

(Fuente: Télam y DyN)


jueves, 14 de agosto de 2008

El Peor Amigo del Perro

El Peor Amigo del Perro
Por Eduardo Lamazón

Los animales y la naturaleza son poca cosa para el hombre cuando el hombre es poca cosa.

Querer y respetar la vida es un privilegio de personas educadas, porque labrar el amor requiere esfuerzo e inteligencia.
Los amantes de los perros, los que estamos persuadidos de que los animales tienen derechos, nos debatimos en un mar de aguas encrespadas por vencer la indiferencia y la crueldad, patrones sempiternos del trato que el hombre les provee.
Promovemos la esterilización como el único medio incruento y aséptico de control de la población canina en las ciudades porque sabemos que casi todos los perros que nacen en el mundo vienen a padecer un insondable sufrimiento.
Al mismo tiempo reprobamos la industria de las tiendas de mascotas que venden animales, porque crean relaciones no amorosas que se dan cuando la compra del animal es por un divertimento pasajero. El niño, por ejemplo, que compra un perrito como se compra un juguete de plástico, y que después, cuando el animal crece o la familia sale de vacaciones, lo deja abandonado porque ya no lo divierte o porque no puede cuidarlo. El que hace un comercio de vender animales, si vende diez perros reproduce diez perros, si vende cien perros reproduce cien perros.
Los perros que pueden adoptarse en los albergues tienen una sola diferencia con los perros de las tiendas de mascotas, y es que están sucios. Se bañan y ya está. Son tan maravillosos amigos y tan cariñosos como el que trae un estúpido certificado que pretende avalar su abolengo.
La grandeza de un hombre –la de usted o la mía, si acaso podemos aspirar a alguna- está en ser bondadoso pudiendo ser malo, porque ser bueno cuando se está acorralado o no se tiene posibilidad de escoger, no tiene mérito. Ser piadoso con los seres física o intelectualmente inferiores es un imperativo moral para el superior, si no, no es superior. Es, al contrario, un esperpento de arrogancia que pone a su especie, porque sí, por encima de las demás que habitan el planeta.
Es ilógico e inmoral, es vergonzoso para nuestra especie que siendo el perro el mejor amigo del hombre, sea el hombre el peor amigo del perro.
La mayoría de los hombres torturan por crueldad, por indiferencia, por ignorancia, por estupidez o por sádico placer a casi todos los perros del mundo. Ninguna de estas actitudes son adornos para quienes las ejercen. Suelen decir “al fin y al cabo es sólo un animal”, expresión irreflexiva y rastrera con la que descartan sin ver las cualidades del “sólo un animal”, y les niegan derechos.
En estos tiempos difíciles para la bondad y para el optimismo, tiempos de corazones avariciosos y espíritus devastados, suelen decirme que es pueril hablar de perros que sufren.
“¿Por qué te preocupa el bienestar de los perros si hay tantos niños hambrientos?”, es algo que escucho y escuchamos todos los defensores de animales, cada día.
Se pretende que son dos problemas diferentes, uno los niños, otro los perros. Yo creo que es un solo problema que se reduce a la crisis del hombre y de los tiempos que vivimos. El planeta da alimento para el niño y para el perro, pero no lo lleva a sus bocas. Son sus padres y sus amos, sus gobernantes y sus pastores, sus líderes y sus ilusionistas los que hacen mal reparto de los bienes y de la justicia.
No sólo los perros y los niños necesitan ayuda y amor. Hay ancianos, seres hambrientos, individuos enfermos, hombres tristes, solitarios, encarcelados o adictos a las drogas que mendigan su cuota de solidaridad. Y no es quitarle alimento a los perros para darle a otros desamparados la solución milagrosa para todos los males. Nada se va a solucionar en el mundo del egoísmo y la perversidad mientras la conciencia de la humanidad no camine hacia otros rumbos.
Nunca vi a un perro deambulando por las calles buscando a quién morder, nunca vi a un león trasladándose desde la selva a quitarle la vida a un ser humano de la ciudad, o a un toro buscando la plaza y a un sujeto vestido “de luces” para embestirlo. Es el hombre el que apalea al perro, lo amarra con cadenas, lo aísla y le niega el agua, y después le dice “perro asesino” cuando el animal reacciona defendiéndose.
La insobornable fidelidad del perro, que no conoce el más fiel de los hombres, paga demasiado caro el mendrugo de amor que a veces recibe.
Los perros aúllan su pena eterna, mientras los hombres torpes hacen eterna la pena de vivir en la oscuridad. Pareciera que se levantan cada mañana a buscar bienes, bienestar, recursos, pero todo lo estropean. Han cambiado el amor por el dinero y el buen nombre por el éxito. No respetan al río, al árbol, al perro, al vecino, al amigo, y alguna que otra vez dicen que no comprenden por qué no hay justicia, por qué no hay paz.
Desdichados perros. Desdichada humanidad.