Jueves 27 de noviembre de 2008
Cristina Marqués, Faura
Los vecinos de Faura y Benifairó de les Valls se han despertado sorprendidos por un artículo aparecido en una publicación periódica. Su título es Las lágrimas del toro y la publicación no es otra que la hoja parroquial que el Arzobispado distribuye cada semana en estas localidades del Camp de Morvedre.
La autoría corresponde al cura de las parroquias dels Sants Joans de Faura y Sant Gil Abad de Benifairó. Y es que manteniendo su conocido espíritu de lucha y defensa de los animales, Josep Martínez Rondán ha denunciado en la hoja el maltrato que, a su juicio, se le da al toro en las corridas.
En su escrito tacha de hipócritas a quienes permiten y aplauden estos espectáculos. Eso, además de denunciar la crueldad que supone imponer sufrimiento al animal para provocar placer en los hombres.
La postura de Martínez Rondán no ha sorprendido a sus feligreses, puesto que de todos es conocida su dedicación y defensa de los animales. Sin embargo, entre los vecinos, la hoja parroquial sí ha despertado cierta expectación.
No en vano, el cura párroco de las dos poblaciones de les Valls ha calificado las corridas de toros como "la parafernalia que ahoga la compasión porque con esas fiestas con olor a sangre denigramos nuestra humanidad".
En su artículo semanal de reflexión catequética, Martínez Rondán llama a sus feligreses a denunciar este tipo de crueldades y no permanecer en silencio. Y no evita la polémica al afirmar: "Gran hipocresía condenar tiempos pasados y callar ante las crueldades del presente como la sangre que mancha las arenas de las plazas y no digamos las cuadrillas que consienten o trocean a los fetos de niños y niñas en tantos millones de abortos".
La autoría corresponde al cura de las parroquias dels Sants Joans de Faura y Sant Gil Abad de Benifairó. Y es que manteniendo su conocido espíritu de lucha y defensa de los animales, Josep Martínez Rondán ha denunciado en la hoja el maltrato que, a su juicio, se le da al toro en las corridas.
En su escrito tacha de hipócritas a quienes permiten y aplauden estos espectáculos. Eso, además de denunciar la crueldad que supone imponer sufrimiento al animal para provocar placer en los hombres.
La postura de Martínez Rondán no ha sorprendido a sus feligreses, puesto que de todos es conocida su dedicación y defensa de los animales. Sin embargo, entre los vecinos, la hoja parroquial sí ha despertado cierta expectación.
No en vano, el cura párroco de las dos poblaciones de les Valls ha calificado las corridas de toros como "la parafernalia que ahoga la compasión porque con esas fiestas con olor a sangre denigramos nuestra humanidad".
En su artículo semanal de reflexión catequética, Martínez Rondán llama a sus feligreses a denunciar este tipo de crueldades y no permanecer en silencio. Y no evita la polémica al afirmar: "Gran hipocresía condenar tiempos pasados y callar ante las crueldades del presente como la sangre que mancha las arenas de las plazas y no digamos las cuadrillas que consienten o trocean a los fetos de niños y niñas en tantos millones de abortos".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario